miércoles, 22 de agosto de 2007

Ramachandran y el extraño caso de la amputación del fantasma

Un miembro fantasma es una extremidad que se sigue sintiendo como propia a pesar de que haya sido amputada años atrás. El fenómeno no es extraño, ocurre entre el 50 y el 80% de las amputaciones. Uno puede hacerse una idea de lo que se siente con tan sólo cerrar los ojos y concentrarse en un brazo, no lo vemos pero lo sentimos y sabemos que está ahí, conocemos su posición y podemos moverlo sin problemas. Esto mismo se siente con un brazo fantasma, la única diferencia es que el equivalente real ya no existe.


En ocasiones el miembro duele y no es fácil eliminar este dolor que puede llegar a ser un problema grave e incapacitante para el paciente. A veces, por ejemplo, se puede sufrir un calambre muscular continuo y el dolor es devastador. Evidentemente, no se puede amputar el miembro porque eso ya se hizo, o al menos eso es lo podría pensarse a priori. V. S. Ramachandran, un neurólogo nacido en Madrás, cambió de opinión tras conseguir amputar un brazo fantasma con un espejo y una caja de cartón.


La historia comienza con un californiano con un brazo amputado y un terrible dolor. Su inexistente brazo sufría constantes calambres y las uñas se le clavaban con fuerza en la palma de la mano. En este caso el paciente era completamente incapaz de mover el brazo y la mano, a pesar de desearlo con todas sus fuerzas. Al parecer, la parálisis del fantasma se correspondía con una parálisis anterior del brazo real que había estado inmovilizado durantemente meses antes de ser amputado. El neurólogo pensó que la parálisis permanecía tras la amputación puesto que el cerebro del paciente la había aprendido. Diríase que su mente, tras tanto tiempo sin recibir respuesta del brazo por estar paralizado, había interiorizado que ese brazo no se podría mover nunca más.


El doctor supuso que el problema se solventaría si pudiese indicar al cerebro del paciente que el brazo fantasma podía volver a moverse, pero ¿cómo hacerlo? Si el brazo existiese se podría masajear o mover con la ayuda de rehabilitación, pero eso no se puede hacer con un brazo que sólo está en dentro de la cabeza de alguien. El truco consistió en hacer, con una caja de cartón y un espejo, un dispositivo en el que al meter una mano por un agujero parezca hay dos. Se puede ver una fotografía del mismo en el artículo original.


En la siguiente sesión el doctor indicó a paciente que debía cerrar los ojos, apretar el puño de su brazo real para clavarse las uñas, tal y como se clavaba sus uñas fantasma, introducir la mano real el la caja con el espejo y, en ese momento, abrir los ojos. ¡Dios mío, puedo moverlo! fue lo que el paciente gritó a continuación. Al parecer el cerebro al ver la mano que faltaba había adaptado el fantasma a la nueva mano del espejo. Cuando el paciente decidía conscientemente mover las manos de forma simétrica ambas obedecían y el fantasma seguía fielmente los movimientos de la mano del espejo. Tras años de calambres y dolor vieron su fin mientras usaba la caja. Por desgracia al sacar la mano real del dispositivo el dolor reapareció.


Ramachandran le dio la caja al paciente y le recetó que jugase con ella una hora al día. A la semana siguiente el paciente le llamó y le dijo que se había ido. ¿Quién se ha ido? La mano, el brazo ¿Te molesta? No, en absoluto, el único problema es que aunque la mano y el brazo han desaparecido los dedos todavía están, salen del hombro y se me clavan, ¿podría rediseñar la caja para amputármelos también? Ramachandran no pudo y todavía hay un hombre en California que se pasea con unos dedos fantasma en el hombro.


Las conclusiones del neurólogo son aun más asombrosas si cabe que el propio caso. Propone que no sólo los pacientes que sufren el síndrome del miembro fantasma tienen fantasmas, en realidad, todos los tenemos. En todos nosotros hay un fantasma que se ajusta a nuestro cuerpo real como un guante a una mano. Sólo cuando falta algún miembro aparece el síndrome porque el fantasma ya no puede ajustarse correctamente al cuerpo. Partiendo de este razonamiento Ramachandran propone métodos para alterar el fantasma en personas sanas. Para realizar estos experimentos sólo hacen falta tres personas y todo consiste en tocarse las narices con la punta de los dedos, pero todo esto será contado en otra ocasión.


Esta historia junto a otras se pueden disfrutar en el excelente podcast radiolab y en el no menos apasionante libro de Ramachandran "Fantasmas en el cerebro".


11 comentarios:

aristarcos dijo...

Hola Aristarcos! me parece increíble que el hecho de "hacer que el ojo vea" algo que no es real, pueda llegar a curar dolores y molestias, es porque en estos casos el dolor no es físico sino mental?, o el dolor es siempre mental, qué parte del dolor es objetiva y qué parte es subjetiva?

aristarcos dijo...

Todo lo que sentimos y pensamos es mental. El dolor tiene, normalmente, su origen en una señal del cuerpo que informa al cerebro de que hay un daño. Pero es en el cerebro donde esta señal se procesa y se interpreta. Estos mecanismos mentales pueden ser alterados de diferentes formas causando más dolor o haciendo que el dolor desaparezca. Todo es mental, lo cual no implica que todo esté bajo nuestro control consciente.
Te agradezco el comentario y me pregunto ¿cómo es que has firmado como aristarcos?
Saludos.

TRaNSoN dijo...

¡Hey! Te copio vilmente el post en mi blog, ¿va? XD Me apasiona el asunto de los miembros fantasma y cómo hackear el cerebro :D

Incluyo la referencia a tu post original, pero el texto está tan bien escrito que prefiero copiarlo entero.

Echaré un buen vistazo a tu blog a ver qué más cosas tienes, creo que compartimos intereses ^__^

¡¡¡Un saludo!!!

aristarcos dijo...

Encantado transon, escribo porque creo que los temas son interesantes así que cuanto maś se lean mejor.

snchz dijo...

Muy buen post, interesantísimo. Desde hoy tienes un nuevo lector.

aristarcos dijo...

Muchas gracias jkdsan, me alegro de veras.

Cyttorak dijo...

Alejandro Jodorowsky dice que entre las tecnicas de chamanes y demas, una de ellas es tratar precisamente este cuerpo fantasma para sanar el verdadero.

Anónimo dijo...

Joer, podrías haber puesto una imagen menos terrorífica xD.

aristarcos dijo...

La verdad es que da un poco de grima, pero me pareció sugerente.

Ricardo Giorno dijo...

Soy escritor de CF y Fantasía. Tu artículo me ha abierto una puerta hacia un sinfín de cuentos. ¡Muchas gracias!

Unknown dijo...

Caballero:
Estoy haciendo un ensayo sobre ese libro y gracias a este texto he podido sintetizar mejor mis ideas, gracias infinitas.
Si tienes más información sobre el libro y no exactamente sobre los primeros casos que se nombran estaría infinitamente agradecida.