jueves, 19 de julio de 2007

Dormir NO es sólo un mal hábito.



En una entrada en un blog sobre medicina se señala que Dormir es sólo un mal hábito, pero no es así, aunque lo diga Sócrates. Dormir es una necesidad vital y esto se ha demostrado en numerosos estudios. No conozco más sobre la experiencia de Buckminster, descrita en la entrada reseñada, que lo que se explica en la misma, pero sí he leído algún trabajo documentado sobre el tema y me gustaría comentar el asunto a la vez que recomendar "El fascinante mundo del sueño" de Peretz Lavie, jefe del Laboratorio del Sueño y catedrático de psiquiatría biológica. Este investigador del sueño deja claro en su libro que dormir es necesario y que una falta la sueño disminuye nuestras facultades y puede incluso llevar a la muerte.




Existe la idea generalizada de que el sueño es un vicio de vagos o "un mal hábito". Al parecer sería rentable dormir menos para aprovechar mejor el tiempo. No creo que este sea el caso y duermo todas las noches al menos ocho horas. Pero no pretendo hacerles perder su valioso tiempo explicándoles mis relaciones con Morfeo, sino contarles algunas ideas científicas, contrastadas experimentalmente en condiciones controladas, y contadas por Lavie en su libro.


¿Podemos realmente reducir el tiempo dedicado al sueño y así ganar valiosas horas de vigilia? Según Lavie: "Las personas que reducen sus sueño pagan un precio en forma de mayor somnolencia durante el día, aunque pueden negar explícitamente cualquier efecto nocivo". Al terminar un estudio en el que se redujo el sueño a 5 horas por noche durante siete noches consecutivas la mitad de los sujetos "acabaron mostrando un nivel de somnolencia que se consideró patológico". En la wikipedia se hace referencia a otra investigación de la Universidad de Pensilvania en la que se concluyó que las facultades cognitivas disminuyen cuando se duerme menos de ocho horas.
Si no se duerme durante varias noches seguidas, cuatro a lo sumo, las personas "tienden a retraerse y a responder de manera agresiva a asuntos triviales (...) y crece asimismo la sensación de fatiga y modorra". Incluso puede aparecer un fenómeno de percepción distorsionada y de alucinaciones.
No obstante lo observado en general hay algún caso extraordinario, en el libro se describe el récord mundial de privación de sueño, la azaña de Randy Gardner que consiguió en 1965 permanecer despierto durante 264 horas sin grandes contratiempos.


Si la privación del sueño se prolonga demasiado tiempo seguramente morimos. Esto no se ha experimentado con humanos, por razones obvias, pero se ha hecho con ratas y otros animales de laboratorio. No está claro porqué mueren los animales privados de sueño, pero el proceso es implacable.


No sólo dormimos los seres humanos, duermen los mamíferos, las aves e incluso los reptiles y los anfibios. Si el sueño fuese algo opcional se habría abandonado durante la evolución de las distintas especies. Permanecer en estado letárgico no es recomendable si te importa no ser comido por un depredador o perder fuentes de comida a manos de otros animales que no están "perdiendo el tiempo durmiendo". Incluso cuando es imposible dormir los animales han encontrado la forma de hacerlo. Las aves migratorias que no se detienen hacen que una mitad de su cerebro duerma mientras la otra permanece despierta. Y el mismo truco utilizan los delfines y las ballenas que necesitan estar despiertos para respirar.


El sueño es fundamental en nuestras vidas, como hemos visto su falta puede resultar incluso mortal, y sin embargo nadie sabe porque dormimos. Hay distintas teorías, pero nadie sabe porque todos necesitamos dormir, es un misterio todavía sin resolver. El autor del libro que hemos recomendado concluye: "¿Y qué hay de la posibilidad de que en el futuro podamos acortar nuestro sueño de una forma drástica, o incluso existir sin él? Siento desengañar al lector, pero no puedo creer que sea posible un mundo sin sueño". Misterioso y fascinante es en vedad este reino ignoto y familiar al mismo tiempo, el reino más parecido a la muerte que nos es dado conocer hasta que no nos enfrentemos a nuestro último y definitivo sueño.

2 comentarios:

Miguel R. Fervenza dijo...

Hola

En el libro "Los dragones del Edén" de Carl Sagan se apuntaba que el sueño en los mamíferos era cuestión de supervivencia. Los predadores eran de sangre fría por lo que cuanto más quietecito te estuvieras durante el día (en un árbol, madriguera...) menos posibilidades había de que te zamparan. Debido a esa sangre fría durante la noche los reptiles permanecen inactivos y era tiempo de que los mamíferos hicieran su vida. Con el tiempo las cosas se volvieron menos hostiles para los mamíferos y algunos pasaron a dormir por las noches (en Ibiza siguen como millones de años atrás).

Sobre el tema de los sueños la teoría que más me gustó (no por ello tiene que ser ni remotamente cierta), la escuché en un programa de Redes. El sueño sería algo así como un Scandisk, dejando todo ordenadito y accesible.

De todas maneras este tipo de estudios (y por extensión las teorías) me los creo más bien poco, la metodología no es siempre la adecuada, la población es muy sesgada, se sacan conclusiones muy a la ligera... No recuerdo el libro en concreto pero leí a Feynman hablando de esto, con la gracia que le caracterizaba. Imagino que en los últimos años se habrá avanzado mucho en estos campos pero si ya en ciencias que se pueden redactar matemáticamente las teorías, sabemos que tarde o temprano nos daremos cuenta de que son erróneas, aquí...

Saúdos, te vengo leyendo desde que anunciaste tu blog en DXC.

aristarcos dijo...

Cada vez que recuerdo a Carl Sagan me da una punzada en el corazón, hay gente que no debería morir nunca, alumbran demasiado como para permitirnos el lujo de perderlos.

A mí también me intriga el tema y también creo que sólo tenemos hipótesis, pero no ideas claras de porqué necesitamos dormir. Esto no es malo, me gusta que todavía haya cosas importantes por descubrir.

Muchas gracias por tu tiempo, espero que te siga mereciendo la pena el pasarte por aquí de vez en cuando.

Saludos.