domingo, 15 de julio de 2007

Plantas, familia y guerra


Las plantas son seres amables que viven alejados de la competencia que llena nuestras vida diaria, poco saben de guerras, de tribus, de filias y fobias e incluso de primos y suegras. Si tuviésemos que buscar dos universos opuestos a un lado podrían situarse las bucólicas praderas y en el contrario las turbulentas guerras familiares descritas en "El padrino", ¿o no?.

Bueno, al parecer los comportamientos de las plantas y los mafiosos tienen en común más de lo que en un principio podríamos sospechar. Tal y como se puede leer en el trabajo de un grupo de investigadores canadienses las plantas sí luchan por los recursos y no se comportan del mismo modo con su familia que con el resto de miembros de la comunidad.


Que las plantas compiten por la luz, los nutrientes y el agua es algo que podíamos adivinar sin demasiada difcultad. Por ejemplo, es un hecho demostrado, que cuando una planta están cerca de otra fortalece sus raíces para conseguir más agua que su compañera. Y este aumento de la masa radicular no es gratuito sino que se hace aun a pesar de empobrecer las partes aéreas empeorando sus las posibilidades de reproducción. La planta elige la guerra a pesar de que las batallas tienen un coste energético.

Lo que no se sabía y ha sido demostrado en el estudio canadiense era que las plantas pueden no ir a la guerra con sus compañeras si las reconocen como familia. El trabajo, desarrollado en la oruga marina, una especie que habita las costas de Europa, Asia y Norte América, ha consitido en comparar la fortaleza de la raices de plantas crecidas junto a extraños o junto a miembros de su familia cercana. La conclusión es clara, las plantas fueron capaces de reconocer a los miembros de su familia. Los individuos que crecían en compañía de su familia no competían por el agua y los minerales haciendo raíces más profundas y ramificadas mientras sí que lo hacían cuando crecían junto a extraños.

Estamos acostumbrados a observar este comportamiento en los animales, pero es la primera vez que se documenta en las plantas. Todavía no se sabe como consiguen las plantas reconocer a los miembros de su familia aunque se sospecha que no lo hacen mirándose a los ojos. Lo que sí está claro que para ellas, como para Don Vito Corleone, también la familia es lo primero.

2 comentarios:

MATTHIAS dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
MATTHIAS dijo...

Genial Blog recién lo descubro por así decirlo! Esta historia de plantas y humanos, me recuerdan a una creencia que tenían los templarios, "como es arriba es abajo". Inmortalizado en un dibujo del supuesto ídolo al cual adoreaban los templarios " Baphomet" Realizado por el ocultista francés Eliphas Levi, saludos!